Se cumplieron tres décadas del lanzamiento de 'La hija de la lágrima', la ambiciosa ópera-rock de Charly García que destacó con temas como "Chipi Chipi", "La sal no sala", "Víctima" y "Fax U".
Este álbum, lanzado en 1994, surgió de una idea que Charly había tenido desde 1992, cuando presenció una pelea entre dos mujeres en la rambla de Barcelona, una de las cuales gritaba: "¡Tú no me puedes lastimar ni hacer nada, porque yo he sufrido mucho y soy la hija de la lágrima!". A partir de ese momento, García empezó a hablar en entrevistas sobre su deseo de crear una ópera-rock, repitiendo la frase.
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Este disco marcó una nueva etapa en la carrera del cantante, quien no había lanzado un álbum propio desde 'Filosofía barata y zapatos de goma' en 1990. En el período intermedio, trabajó en proyectos como "Radio Pinti", "Tango 4" y la banda sonora inédita de "Funes, un gran amor", además de la reunión de Serú Girán, que incluyó dos conciertos históricos en River Plate, y un disco grabado en estudio y otro en vivo. Durante esa época, el artista vivió un ritmo de vida intenso, lleno de creatividad y cierta dosis de locura.
Charly relató: "Llegó un momento donde lo único que tenía en la cabeza era la ópera y todo lo que me pasaba lo asociaba con la psicología de los personajes. Me resultaba casi imposible salirme de eso y ser una persona normal. Estaba insoportable, decía y hacía cosas raras y no puedo pretender que todo el mundo entienda lo que me estaba pasando".
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Las grabaciones comenzaron en los legendarios estudios Ion, con el técnico Osvel Costa y músicos como el baterista Fernando Samalea, el bajista Fernando Lupano, la guitarrista María Gabriela Epumer y el percusionista Luis Morandi. Hubo una sesión con orquesta y arreglos de Carlos Villavicencio.
Luego, se trasladaron a La Diosa Salvaje, el estudio de Luis Alberto Spinetta, donde se sumaron el técnico Mario Breuer y el asistente Aníbal "La Vieja" Barrios, además de invitados especiales como Juanse y Fabián Quintiero en "La sal no sala", Alfie Martins y el dúo Illya Kuryaki & The Valderramas en "James Brown", Jorge Pinchevsky en el violín de "Intraterreno" y La Bruja Suárez en armónicas.
Fueron 23 canciones y casi 70 minutos de música, el máximo que podía caber en un CD. Según la leyenda, cuando los ejecutivos discográficos le dijeron que faltaba un tema comercial, Charly compuso "Chipi Chipi" en diez minutos.
El lanzamiento incluyó una campaña publicitaria masiva, con un cartel gigante frente al Obelisco que decía "El genio ha vuelto" y "Su obra cumbre". Las ventas fueron tan exitosas que el álbum fue certificado Disco de Platino con 60 mil copias vendidas, y se anunciaron diez funciones en el Teatro Opera en septiembre.
