Sabido era que el paso de El Cuarteto Nos por Mendoza no pasaría desapercibido. Y así fue. Durante la noche del viernes, la banda encabezada por Roberto Musso sorprendió a la multitud que desde horas tempranas copó el Arena Maipú.
Pasadas las 21 hs, comenzaron a escucharse los primeros acordes en la guitarra de Gustavo Antuña y así arrancó un show que quedará guardado en la memoria de los miles de seguidores que vibraron durante dos horas.
Con una ráfaga inicial de temas, que incluyó pistas de 'Lámina Once', su última producción discográfica, también hubo tiempo para que hicieran vibrar el suelo mendocino con sus clásicos "El hijo de Hernández", o el siempre vigente "Invierno del 92".
El aclamado Roberto jamás perdió contacto con el público, y con un intenso despliegue a lo largo del escenario, no paró de agradecer la presencia de los mendocinos que siguen al grupo, y "a los que vinieron por primera vez".
El juego de luces y la calidad del sonido conjugó a la perfección para que el show sea completo, y para que deje satisfecho a una audiencia familiar que incluyó a niños, jóvenes y adultos saltando y cantando por igual.
Esas muestras de afecto fueron permanentemente destacadas por el quinteto charrúa, que se comprometió a regresar en 2025. "Volvemos el año que viene", fue una de las frases que más repitió el líder del grupo que nació en Montevideo en 1980.
Poco antes de las 23 hs, el grupo se despidió rápidamente del escenario entre aplausos y pedidos de "una más y no jodemos más".
Y tal cual suele suceder en este tipo de presentaciones, luego de algunos minutos, los integrantes de la banda volvieron a escena, tomaron sus instrumentos e hicieron vibrar el suelo. Sin embargo, el que se hizo rogar fue Musso.
Finalmente, el cantante sorprendió a todos al presentarse con un pasamontañas colocado, el cual lució durante los últimos pasajes del show.
Durante 120 minutos en los que no dieron respiro, y cerraron una volcánica noche en la que El Cuarteto de Nos ratificó su enorme popularidad de ese lado del Río de la Plata.
